Trabajar en decoración es una grandísima suerte, claro que sí, pero también una pequeña caja de frustraciones ante tanta propuesta deslumbrante que cae en nuestras manos y que es imposible trasladar a casa; por lo menos todas no. Y es que conmigo no va aquello de “en casa del herrero….” ¡No señor! Maquino cambios en mi casa continuamente siempre apostando por las mejores ideas que acarrean la mínima inversión.
Así, he llegado a la conclusión de que quien renueva sus paredes, renueva su casa. Como poco, será necesaria una mano de pintura que adecentará todos los espacios aportando sensación de limpieza. Pero si lo que buscas es “decorar” con eso no basta; habrá que profundizar y atreverse con cambios más drásticos. Un paño pintado en un color de tendencia, por ejemplo, o los resultones papeles pintados de nueva temporada. Personalmente me fascinan los recién estrenados estampados geométricos que tanta profundidad aportan o los de rayas que juegan con nuestra percepción elevando los espacios.
O los señoriales diseños que emulan elaborados trampantojos inspirados en las pinturas de antaño.
Y por supuesto, sigo rendida ante los geniales vinilos decorativos tan fáciles de colocar y recolocar, capaces de actualizar un espacio en media hora, de sorprender con sus mensajes positivos, sus diseños románticos y funcionales. Sin duda, mi gran baza para darle un nuevo giro a la decoración de mi casa.
Pilar Perea (redactora) @PilarPerea1